Iniciado por
Thalios
El tema es un poco diferente:
Si los que tienen restoranes, se ponen de acuerdo que no se pueden poner restoranes nuevos en Montevideo, entonces los permisos son heredables y transferibles, lo que lleva a que el precio de los permisos suba a 100.000USD, Cuando viene una crisis económica en el país te quejas que van a tener que cerrar todos los restos porque pagan muchos impuestos y te reducen la carga impositiva un 70%, te dan beneficios en los costos del restorán (insumos como comida, combustible y demás) y encima comprar el local para poner un restorán te sale la mitad que al que compra un local para poner un almacén porque te exoneran los impuestos. Encima como la competencia está limitada te dejas achanchar, los restoranes tienen goteras, la comida esta cruda porque siempre están al palo, y cada tanto mata a algún cliente porque no respetan las normas de bromatología
Después viene uno y enfrente a tu local pone un local de auto service que pone unas mesas para que comas las cosas de la rotisería ahí, y la rotisería te hace comida rica, se toman su tiempo para atenderte, los locales están impecables y encima después que comiste los tienes que calificar, si estuvo mal les llaman la atención y hasta les cierran el local, la misma casa central. Los tipos pagan el local a lo mismo que cualquier hijo de vecino, pagan los insumos a lo mismo que cualquier hijo de vecino.
Y para rematarla, los restoranes arrancan a cerrar, y dejar de darte el servicio días que la gente quiere salir a comer afuera, en protesta de que los prefieras a ellos, dándote como única opción y forzándote a utilizar el servicio del auto servicio, conociéndolo y teniendo la opción de elegir después.
Para mí lo mejor sería que todos paguen lo mismo por los locales, que la materia prima le salga lo mismo a todos, que los impuestos sean los mismos para todos, los aportes, y los controles de calidad, que se enfoque en mejorarle el servicio al cliente no las ganancias al empresario, que se permita la competencia y que se regularice para que haya igualdad de condiciones para todos, los involucrados en la competencia y el resto de los ciudadanos.